En la población de Llapallapani ven como lo que un día fue río hoy se transforma en salitre. El viento comienza a soplar las reminicencias de una mezcla de tierra, sal y sustancias aún no identificadas. Las parcelas colindantes de los habitantes del pequeño pueblo son las víctimas inmediatas de este fenómeno. Localizado entre la población de Huari y Orinoca, Llapallapani es el retrato de una crisis global con muchas caras para entender sus concecuencias.