La magnitud de la crisis como la que estamos viviendo afecta a personas y organizaciones de manera muy diferente a escala mundial. Muchas industrias y negocios en los que la comunicación y la tecnología no son conductos facilitadores para adaptarse a la nueva realidad, se verán trastocados, y en ocasiones, golpeados. Ante esta situación, nuestra obligación es tratar de ayudar en todo lo que podamos.